Dos décadas separan la presentación del “ASF” (Audi Space Frame), un innovador concepto de carrocería de aluminio creado por Audi que revolucionó la construcción ligera en el mundo del automóvil, y el nuevo Audi A8 presentado recientemente, referencia en su categoría en cuanto a bajo peso.
Hace 20 años la naturaleza era la fuente de inspiración para los ingenieros. Por ejemplo, en una colmena sólo se usa el material necesario para hacer un nido de abeja que proporcione resultados óptimos. Los expertos en construcción ligera de Audi se basaron en este principio para elaborar el denominado ASF, un bastidor que se compone de perfiles de aluminio extruidos y de troqueles de piezas de fundición a presión. Los paneles (techo, suelo y laterales) están integrados en este bastidor por distintos tipos de uniones, lo que hace que sea un bastidor semiautoportante.
Apenas un año después del Salón del Automóvil de Fráncfort 1993, Audi lanzó al mercado el primer coche del mundo con carrocería de aluminio y un volumen de producción elevado, el Audi A8.
El principio ASF se ha ido extendiendo a otros modelos a lo largo de las dos últimas décadas: Audi A2 (2000), Audi TT (2006), Audi R8 (2008), así como a las dos generaciones siguientes del Audi A8 (2002 y 2010). En total, desde 1994 la compañía ha fabricado más de 750.000 vehículos utilizando los principios de construcción ASF, tanto en vehículos creados completamente de aluminio como en diseños híbridos.
El último Audi que hace uso de la construcción ligera es el nuevo A8, que gracias a su arquitectura ASF y a una mezcla inteligente de aluminio y acero de alta resistencia pesa solo 231 kilos. Una ligereza que convierte este modelo en una referencia en su categoría por su bajo peso y que augura una larga vida a esta forma de construcción.