Comenzamos esta ruta por la Sierra do Courel tomando como punto de partida la localidad de Samos, en la provincia de Lugo, y situada a unos 45 kilometros de la capital lucense. Se encuentra en un espectacular entorno natural, en un valle que da entrada a los montes de Piedrafita. Lo atraviesa el rio Oribio, un río pequeño, en el que abundan las anguilas y las truchas, siendo estos peces uno de los platos más reconocibles de esta zona.
En Samos, podremos visitar su hermoso Monasterio de San Xulián, que fue fundado en la etapa visigoda por San Martiño de Dumio, y levantado en diferentes periodos, contando, de esta forma, con estructuras barrocas, renacentistas, góticas y románicas. A día de hoy, cuenta con un hospedaje óptimo para reponer fuerzas, dónde la tranquilidad es la reina.
Nuestra segunda parada se encuentra a tan sólo 10 kilómetros de Samos en dirección a O Cebreiro, se trata de Triascastela. En esta aldea, por la que pasa el Camino de Santiago, podemos ir a visitar su Iglesia de Santiago, de estilo románico, sufrió una profunda reforma durante el s. XVIII. Continuando la ruta llegamos a Fonfría, perteciente a la parroquia de A Fonsagrada, que cuenta como principal punto de interés con la Iglesia de San Xoán, construída en el s.XVI.
Siguiendo nuestro recorrido por la carretera LU – 633, nos encontramos con el alto de O Poio, un emplazamiento con un belleza invaucadora, rodeado de bosques. Desde su mirador, a 1337 metros de altura, se puede contemplar la sierra de O Rañadoiro y el valle que se forma a sus pies, también se puede contemplar el monumento al peregrino en lo alto de San Roque, a unos 1270 metros.
Siguiendo en esa misma dirección, llegamos a la aldea de O Cebreiro, a 23 kilómetros de Triacastela. En ella, tenemos una parada obligatoria como es el Santuario de María A Real. Se trata de un templo construido en el s.IX y fundado por el Conde Aurillac. Otro de los sitios en el que debemos deternernos es el Museo Etnográfico, situado en varias pallozas que conservan su estructura original. Esta población es muy reconocida al ser la puerta de entrada del Camino Francés en Galicia, por sus monumentos y paisajes, y también por sus exquisitos quesos. Todos los años se celebra en la sierra una feria de exaltación a este producto gastronómico.