Seguimos con la Ruta por la Serra do Courel partiendo hacia Seoane do Courel, dejando atrás O Cebreiro. Esta población fue desde 1834 capital del ayuntamiento, rango que solo mantuvo hasta Guerra Civil. Llama la atención la Casa del Escribano, que fue la antigua sede del ayuntamiento y posee un curioso reloj de sol. También merece la pena visitar la Ferrería de Seoane, que es movida por el agua del río Lor.
Una vez salimos de Seoane do Courel, pondremos rumbo a Seara, una de las aldeas mejor recuperadas de O Courel, perteneciente al ayuntamiento de Quiroga. Se encuentra a 1001 metros del altura. Es una de las aldeas más animadas, disponiendo de un albergue de montaña. Todo el pueblo forma un cojunto arquitéctonico bastante singular, digno de ser visitado. Históricamente fue coto antiguo en tierras de O Courel, pertenenciendo durante sigloes, por donación real, a la encomienda de Quiroga, de la Orden de San Xoán de Jerusalén, lo que ejercían una jurisdicción civil y criminal. En el año 1970 pasa a formar parte del municipio de Quiroga.
Nuestro próximo punto será Vilar, aldea situada a 550 metros de altura, entre un centenario soto de castaños. A día de hoy sólo cuenta con tres casa habitadas, siendo una de ellas “A Casa do Ferreiro”, la cúal habita el sr. Xan, un Ferreiro, trovador, poeta y creador del museo etnográfico, con piezas de gran valor de todo O Courel.
La última parada de esta etapa será Samos, una pequeña localidad que es paso obligado para los peregrinos que se dirigen a Santiago de Compostela. Destaca la Real Abadía Benedictina de San Julián de Samos, donde los monjes benedictinos ofrecen hospedaje a los peregrinos. Esta abadía data del s.VI, época en la que los Suevos poblaban los territorios que hoy conocemos como Galicia.