Para comenzar esta ruta tendremos como punto de partida la localidad de Sobrado dos Monxes, población que debe su popularidad a su gran monasterio, uno de los más grandes y en mejores condiciones de la geografía gallega. La visita al interior del edificio se hace imprescindible ya que nos permite conocer el estilo de vida que llevaban los monjes de la Edad Media.
Dejando atrás Sobrado dos Monxes, nos dirigimos hacia Melide, Históricamente ha tenido mucha importancia al ser el punto de encuentro de dos de las rutas xacobeas más importantes: El Camino Francés y el Camino Primitivo. Dando un paseo por el pueblo se puede disfrutar del buen ambiente y de algunas visitas concretas, como a la Iglesia de Santa María, el Museo Terra de Melide o el cruceiro de Melide, al que Castelao consideró el más antiguo de Galicia. La gastronomía de Melide también juega un papel muy importante, destacando como plato típico su pulpo. Tanto como su pulpo, son típicos los melindres, un dulce muy parecido a las rosquillas pero más pequeño, que es glaseado con almíbar. Os recomendamos probar los de la pastelería Estilo, un negocio familiar situado en el centro de Melide, en la calle Progreso núm.6.
Nuestra siguiente parada será Arzúa, autodenominada como la “Tierra del queso”, debido al queso que ahí se elabora con denominación de Origen Arzúa – Ulloa. Este pueblo es una parada obligada para los peregrinos que se encuentran realizando el Camino de Santiago, por lo que goza de buen ambiente en cualquier temporada del año. Llama la atención la Capilla de Magdalena, la cual formó parte de un antiguo convento de agustinos para atender a los caminantes. Actualmente es el punto de encuentro y nido de múltiples actividades culturales que pretenden acercar el patrimonio artístico local a la población arzuana e internacional. Muy interesante resulta también la visita al Museo Vivente do Mel “O enredo do abeleiro” dónde se explica la técnica de elaboración de la miel con una visita a las colmenas incluída.
Para terminar esta ruta, nos dirigimos a una parada obligatoria como es el Embalse de Portomouros, construido en el año 1967 con el objetivo de regular el caudal de su principal afluente, el río Ulla, y para la producción hidroeléctrica. En él, se realizan a menudo competiciones de remo y piragüismo. Muy recomendable dar una vuelta alrededor del embalse.