Tras el éxito de los R18 en las 24 horas de Le Mans, Audi ha decidido incorporar a todos sus modelos el retrovisor digital, una de las muchas tecnologías que la marca ha probado en competición. El primer modelo en llevarlo incorporado será el Audi R8 e-tron, que empieza a producirse a finales de año.
El retrovisor digital está compuesto por una cámara en el exterior y un monitor en el interior. La cámara trasera es ultra ligera y el cristal no se empaña gracias al sistema de calefacción que lleva incorporado, aunque la lente mide tan solo unos milímetros, el campo de visión es mucho mayor que el normal.
Un monitor de 7,7 pulgadas muestra con alta calidad y contraste las imágenes emitidas por la cámara. La pantalla no necesita retroiluminación ya que utiliza la innovadora tecnología Amoled (Matriz Orgánica Activa de Diodos Emisores de Luz), que funciona a bajo voltaje. Situado en el espacio del retrovisor tradicional, su brillo es regulable y puede apagarse cuando el conductor lo prefiera.
Audi ya trabaja para aprovechar el monitor al máximo y poder ofrecer también información adicional que facilite la conducción. Con estas mejoras, no solo se aumenta la visibilidad, sino que la seguridad es mucho mayor gracias a la supresión del peligroso “punto muerto”. La marca de los cuatro aros da muestras una vez más de que está, como reza su eslogan, a la vanguardia de la técnica.