La sal supone un peligro para la carrocería de nuestro coche al quedarse acumulada y puede causar diversos daños. En las últimas semanas, hemos sufrido en diferentes puntos del territorio nacional, temporales que han llevado al uso de la sal en distintas carreteras para tratar de impedir la formación de hielo y nieve. Se trata de una medida de seguridad que puede dañar nuestro coche, sino tomamos las precauciones necesarias. La sal se queda acumulada en los bajos de la carrocería y debemos retirarla rápidamente, porque debido a su alto poder corrosivo puede provocar daños, tanto en la chapa como en las partes mecánicas del vehículo que estén en contacto con ella, como es el caso de los frenos y la suspensión.
Hay varias formas de eliminar la sal del coche:
– Con una pistola a presión como las que encontramos en las gasolineras para poder limpiar con fuerza los bajos del coche. La sal puede quedar incrustada y así aseguraremos su disolución.
– Presta especial atención al interior de los pasos de la rueda y a todas las piezas que queden a la vista bajo el coche porque pueden presentar restos de sal.
– Si a pesar del lavado a presión, observas que todavía permanecen restos de sal, limpia todos los elementos afectados a mano. Utiliza agua templada, jabón y una esponja para evitar dañar el metal.
– Puede que la sal haya dejado manchas en el coche. En ese caso, evita frotarlas con fuerza porque podrías rayar la pintura. Usa una gamuza suave, agua y jabón y si no desaparecen, aplica un disolvente especial para carrocerías.
Desde Arrojo confiamos que con estos pequeños consejos, puedas minimizar los posibles daños provocados por la sal sobre la carrocería de tu vehículo para que ésta permanezca como nueva durante más tiempo.