Los filtros del automóvil son componentes que muchos asociamos con las revisiones periódicas y con el mantenimiento de nuestro coche. Aunque la trascendencia de unos y otros es dispar, todos deben estar en perfecto estado por nuestra seguridad y bienestar. En Arrojo, en nuestro afán por ofrecer la máxima calidad a nuestros clientes, empleamos piezas originales en elementos como los filtros de aire y de habitáculo interior.
Los filtros de aire originales de Audi absorben las impurezas del ambiente, para favorecer un correcto funcionamiento del motor. Se caracterizan por su gran resistencia (están sometidos a condiciones extremas de humedad, calor o agentes químicos) y por haber sido creados con técnicas de plegado y geometría precisas y fiables. Entre sus ventajas destacan:
• Máxima eficacia en el proceso de eliminación de partículas de polvo.
• Eficiencia en la absorción de agua.
• No provocan ruidos o vibraciones.
Estos filtros juegan un papel crucial en el motor de cualquier vehículo. Recordemos que los motores precisan combustible y aire para que se produzca la combustión. Este último penetra en el sistema de admisión del coche, pasando antes por el filtro, que lo libera de impurezas y polvo.
Los filtros de aire deben sustituirse a los 15.000 ó 20.000 kilómetros, aunque si se circula por áreas con alta concentración de polvo el cambio debe producirse antes. Conviene tener en cuenta que un filtro de aire muy saturado puede ahogar al motor y supone un incremento considerable del consumo de combustible.
Audi tampoco se olvida de los filtros para el habitáculo interior del vehículo. La marca alemana de los aros persigue lograr espacios internos en perfectas condiciones ambientales, gracias a sus filtros originales de polvo y polen y de carbón activo.
Los filtros de polvo y polen de Audi portan un prefiltro que elimina las grandes partículas (polvo, hollín…) y una capa de microfibras, encargada de deshacerse de las impurezas susceptibles de ser absorbidas por los pulmones. Sin duda, una gran tranquilidad para las personas alérgicas. Además, consiguen disminuir el empañamiento de las lunas.
Por su parte, los filtros de carbón activo de la firma germana están compuestos por tres capas. Como los anteriores, están dotados con un prefiltro y una capa de microfibras, que realizan las mismas funciones que en los filtros de polvo y polen. Pero además y gracias a una tercera capa de carbón activo, son capaces de eliminar gases y olores. Así, estos componentes originales de Audi transforman el ozono en oxígeno, también en atascos y túneles, además de filtrar prácticamente el cien por cien de las impurezas.
En las grandes ciudades penetran en los vehículos gases nocivos como ozono, benzol, dióxido de azufre etc. Además, tampoco podemos obviar los malos olores y las partículas de hollín, polvo o polen. En estas circunstancias, se hace mucho más recomendable la sustitución periódica de estos filtros de habitáculo interior, que Audi continúa rediseñando y mejorando.