La tracción integral Quattro veía la luz allá por el año 1980 en el, ya mítico, Audi Quattro. Su proceso de gestación hace que retrocedamos unos años en el tiempo, más concretamente a 1976/1977 en Suecia, cuando los ingenieros de Audi realizaban una serie de test de validación para futuros modelos y sistemas. Este sería el punto de inflexión para que tres años más tarde, durante el Salón de Ginebra, viese la luz el Audi Quattro.
Gracias a esta tecnología, que divide de forma óptima la fuerza de tracción entre el eje delantero y el trasero mejorando así la adherencia y el rendimiento del coche, Audi se hizo con el Campeonato del Mundo de Rallies durante tres años consecutivos, desde 1982, tanto de constructores como de pilotos. Pero la tracción quattro también conseguiría la gloria en 1988 en el circuíto alemán de turismos DTM con el Audi 200, en las 24 h de Le Mans con el híbrido R18 e-tron,… Pero quizás, los éxitos más sonados fueron en 1996, cuando el Audi A4 Quattro Superturismo consiguió ganar los 7 campeonatos nacionales en los que participó.
De 2001 hacia adelante sufrió un proceso de ampliación y refinamiento de las gamas, tanto de calle hasta la más deportiva. Y ya en 2009 llegaron las novedades, así como quattro con diferencial central de corona y gestión selectiva de par, para que en el 2012 el sistema debutase en Le Mans.
Hoy en día, Audi es el mayor fabricante Premium de vehículos con tracción permanente a las cuatro ruedas , y la tecnología quattro es sinónimo de deportividad y seguridad, presente en los más de seis millones de vehículos fabricados hasta la fecha e incorporada en 155 modelos, pasando desde la categoría de compactos, a los SUV, hasta llegar al superdeportivo Audi R8.