Sin contar las prensas se tardan unas 30 horas en hacer un Audi y 4 horas y media en montarlo completamente, cada minuto y medio sale un vehículo terminado de la fábrica de la marca en Ingolstadt.
Estas cifras ofrecen una pequeña idea de cómo funciona la emblemática planta alemana de la marca, aunque no todos los vehículos que salen son iguales. Cada mercado tiene sus singularidades porque desde esta fábrica se produce para todo el mundo, volantes a la derecha y a la izquierda, matrículas americanas o europeas y baterías de seis tipos distintos, son solo algunas de las opciones disponibles.
Estos son los principales procesos por los que pasa tu coche hasta que llega hasta ti.
El primer paso son las matrices para las prensas, se tarda alrededor de 10 minutos en cortar las chapas para hacer un Audi A4. Después se empiezan a unir las piezas, un robot mide el grosor de cada parte y su resistencia.
Pintar es el siguiente proceso, en Ingolstadt se pintan unos 24 coches diarios, se tarda entre 8 y 10 horas en pintar un Audi completamente.
Cada coche recibe un total de 5 capas de pintura que se alternan con el horno, los plásticos se pintan aparte. Después se comprueba que las piezas sean exactamente de igual color y se desechan las que no lo son. Luego toca la prueba de la resistencia a la corrosión, a la pintura a la humedad y de temperatura.
Tras superarlas con éxito, las piezas llegan a la línea de montaje, en Ingolstadt hay 6, donde la mayor parte del trabajo se hace de forma artesanal con la ayuda de pocos robots.
Los tiempos de cada proceso están medidos y calculados, la marca sabe cuánto tarda cada persona en desempeñar cada tarea, así como el cómputo global, indicado a través de unos grandes paneles. De hecho, el tiempo que se tarda en montar un coche se ha visto reducido en una hora y media gracias a las sugerencias de los trabajadores, responsables en parte de que los nuevos modelos tarden cada vez menos en llegar a ti.