La principal causa de rotura de las lunas del vehículo se concentra en el parabrisas, un elemento clave de tu coche tanto en seguridad como en aislamiento pero relativamente frágil. En su mayoría estas roturas se producen por un impacto sufrido mientras se circula y aunque poco podemos hacer para prevenir este problema, hay otros factores que sí podemos controlar y que influyen directamente en el tiempo de vida de esta parte fundamental de nuestro coche.
Uno de ellos es la rotura provocada por la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior del vehículo. Cuando esta diferencia es extrema porque fuera hace mucho calor o frío y dentro ponemos en funcionamiento la calefacción o refrigeración, se producen tensiones térmicas en las láminas del parabrisas. Un fenómeno que puede abrir grietas o micro-fisuras que existían previamente pero que resultaban imperceptibles para nuestro ojo.
Para evitar este problema, bastante común en invierno, hemos recopilado algunos consejos que esperamos que encontréis útiles en vuestro día a día.
• Mantén cierta distancia de seguridad con el vehículo precedente para evitar el impacto de gravilla.
• En caso de recibir algún impacto en el parabrisas, acude lo más rápidamente posible al taller para valorar la mejor opción, ya sea sustituirlo o repararlo.
• No verter agua caliente sobre el parabrisas para descongelarlo porque como explicamos más arriba, la elevada diferencia de temperatura puede provocar la propagación de una grieta, por pequeña que sea.
• En situaciones de mucho frío o calor exterior, evita dirigir el aire caliente o frío directamente sobre el parabrisas.
• Ten en cuenta que las carreteras con pavimento en mal estado presentan una tasa mayor de rotura del parabrisas, ya que existe una probabilidad mayor de recibir un impacto de gravilla proyectada por los vehículos que circulan delante.