De todos es bien sabido que las tecnologías nos hacen la vida más fácil. El problema viene cuando se hace un mal uso de ellas como le ha ocurrido a un pontevedrés que ha sido detenido en los últimos días por lanzar a través de la conocida aplicación WhatsApp, avisos sobre controles de tráfico. Aunque aún no se ha podido confirmar, parece probable que el detenido no solo comunicaba a través de dicha aplicación los controles sino que además ha podido difundir otros datos de carácter más sensible y privado de los funcionarios de la Guardia Civil de Tráfico.
Los avisos se hacían a través de un grupo de WhatsApp en el que se publicaban a otros participantes del mismo los datos personales de los agentes, según fuentes judiciales. Aún se desconocen los cargos imputados al detenido pero ya ha comparecido ante el juez instructor del caso, quien habría decretado secreto de sumario.

Estas comunidades de WhatsApp en las que los usuarios alertan de estos avisos no son nuevas y es algo sobre lo que varios oficiales del instituto armado han alertado hace meses. Por poner un ejemplo, en la víspera del pasado fin de semana varios han sido los mensajes que avisaban de que el lunes la Guardia Civil, presuntamente, comenzaría una campaña para minimizar la influencia de estas alertas.
Por si esto fuera poco, en algunas de estas redes también han llegado a incluirse fotografías y no solo de las localizaciones en las que se situarían los medidores de velocidad sino también de vehículos camuflados que la Guardia Civil de Tráfico estaría empleando en las carreteras de Pontevedra.
El avance de estas comunidades en WhatsApp y otras redes como Facebook o Twitter preocupa a las autoridades ya que estos avisos sobre controles disminuyen la eficacia preventiva de los controles circulatorios.