Puede que estrenes coche y desees, desde el primer momento, seguir algunas pautas para alargar su vida. También es posible que tu Audi tenga ya unos añitos y estés empeñado en protegerlo con esmero, para retrasar en el tiempo su aparcamiento definitivo. Estés en uno u otro caso, seguramente te serán de gran utilidad los consejos que, para mantener en perfecto estado tu automóvil, te ofrecemos a continuación.
- Revisiones periódicas: Seguir escrupulosamente el calendario de revisiones periódicas, estipuladas por el fabricante, resulta crucial para que tu vehículo siga siendo fiable. No dudes en consultar el manual y dirígete a tu taller de confianza para efectuar puntualmente estas labores de mantenimiento. Si tienes un Audi, lo más aconsejable es que te acerques a un servicio oficial de la marca, los profesionales de estos concesionarios conocen al dedillo las necesidades específicas de tu modelo.
- Niveles: No está de más echar un vistazo a los niveles de aceite y anticongelante cada cuatro semanas, aproximadamente. Ten bien presente que las averías por déficit de alguno de estos elementos son muy costosas. Los testigos del cuadro de mandos te avisarán si algo fallase, pero es conveniente hacer un examen visual de vez en cuando.
- Repuestos originales: Aunque en el mercado existen repuestos de marca blanca que funcionan de manera óptima, lo ideal es emplear siempre los originales. Te costarán alrededor de un 30 por ciento más, pero tu vehículo te lo agradecerá.
- Limpieza: Algo tan baladí como la limpieza
del coche también influye en la duración de su vida útil. Por ejemplo, los excrementos de ciertas aves corroen fácilmente la pintura. Pero también es importante limpiar el interior e incluso el motor, con el objetivo de evitar que el polvo penetre en los elementos eléctricos.
- Radiador: De vez en cuando, echa un vistazo al radiador, para detectar posibles fugas u objetos que entorpezcan su correcto funcionamiento.
- Aceite: No escatimes a la hora de comprar el lubricante. Emplea uno sintético o semi-sintético de buena calidad. Si has de rellenar, emplea el mismo aceite que tiene el motor u otro con la misma viscosidad.
- Filtro del aire: Se trata de una pieza fundamental en el funcionamiento del motor. Vigila que esté limpio y sustitúyelo cuando te indique el libro de mantenimiento.
Conducir con suavidad, dejar el coche al ralentí durante un minuto antes de apagarlo, proteger los amortiguadores y rodamientos de los incómodos badenes, engrasar los bornes de la batería con un poco de vaselina, controlar la presión de los neumáticos o respetar los tiempos de calentamiento del motor son otras útiles premisas para conseguir un vehículo en perfecto estado y evitar averías importantes.