El estilo de conducción de cada persona influye directamente en el grado de contaminación medioambiental, así como en la vida útil del motor, frenos y neumáticos del coche. Esto unido al constante aumento del precio de los carburantes ha animado a muchas personas a conducir de una manera más eficiente.
Seguir los consejos de expertos como Audi y el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (Idae) es muy útil para saber en qué consiste exactamente la conducción eficiente y cómo podemos ponerla en práctica sin perder la cabeza. Aquí van algunas de las propuestas que nos permitirán reducir entre un 10 y un 30% nuestro consumo de combustible. Con estas cifras, merece la pena tomar nota, ¿verdad?
La arrancada: Comienza a conducir inmediatamente después de arrancar el motor, no es necesario que esperes en punto muerto hasta que se caliente, excepto en el caso de que tu coche tenga un motor turboalimentado.
Primera: La primera marcha solo se debe utilizar para iniciar el movimiento y se debe cambiar a segunda después de recorrer unos seis metros o tras dos segundos aproximadamente.
Revoluciones: Es importante que conozcas tu coche y la mejor manera es cambiar de marcha para ahorrar. En el caso de los vehículos de gasolina el óptimo se encuentra alrededor de las 2.000 revoluciones por minuto, mientras que en los diésel ronda las 1.500 rpm. Igualmente debes realizar el cambio rápidamente sin demorarte demasiado y, en general, evitar el funcionamiento a ralentí.
Acelera con moderación: Evita pisar el acelerador a fondo. El consumo de combustible y la contaminación medioambiental se multiplica de forma desproporcionada a altas velocidades. Es preferible que conduzcas a una velocidad moderada y cambies tan pronto como sea posible, una relación de marchas largas reduce el consumo.Apaga el motor: No temas apagar el motor, sabemos que lo has escuchado muchas veces y aunque cueste creerlo es cierto, si apagas el motor en atascos, pasos a nivel… y cuando lo vuelves a encender evitas un régimen de revoluciones altas ahorrarás combustible.
Anticípate: Conduce anticipándote a las circunstancias. Durante la aceleración es cuando se consume mayor volumen de combustible. Si se conduce con anticipación la aceleración y las frenadas serán menos bruscas. Guarda la distancia de seguridad, conduce a una velocidad constante, deja que el vehículo ruede y aproveche su propio impulso. Retira el pie del acelerador mientras conduces en descenso.
La frenada: Para decelerar recomiendan dejar rodar el coche con la marcha engranada para después frenar suavemente y reducir, en caso de ser necesario, lo más tarde posible. Además, y siempre que las condiciones de conducción lo permitan, lo mejor es detener el coche sin reducir previamente de marcha. Esta acción forzará levemente los frenos, pero te permitirá ahorrar gasolina.
Mantenimiento periódico: Un motor mal ajustado puede hacer que el consumo de combustible aumente un 10%, por lo que un mantenimiento periódico resulta indispensable para ajustar el consumo de nuestro coche.