Audi fue pionera en incorporar la tracción integral quattro a los turismos de producción y se mantiene siendo el líder indiscutible en este subsegmento del mercado español. A principios de los 80, la marca le tomó la delantera a sus competidores e hizo una apuesta por las grandes posibilidades que esta tecnología podía ofrecer, no sólo para los vehículos todoterreno, que eran los que la utilizaban desde hacía tiempo, sino también para los turismos de cualquier potencia y tamaño.
En 2016, las matriculaciones de vehículos Audi equipados con el sistema de tracción quattro fue de 10.798 unidades, lo que sitúa de nuevo a la marca en cabeza y con una notable ventaja sobre su más inmediato perseguidor. La marca que ocupa el segundo puesto alcanzó unas ventas de 8.961 coches de cuatro ruedas motrices, es decir, 1.835 menos que la firma de Ingolstadt, mientras que el fabricante en tercera posición se queda en 8.632 unidades, lo que significa estar un 25,1% por debajo del líder.
Audi tiene versiones quattro en todas las familias que integran su gama, desde el pequeño A1 a la lujosa berlina A8, pasando por las variantes Q. En el caso de los A8, R8, Q7 y la familia de modelos deportivos S y RS, que forman la cúspide de la numerosa oferta de productos Audi, la totalidad de las ventas va asociada a la tracción quattro, pues es la única que se monta en estos coches de altas prestaciones. Del resto de la gama, los más demandados en versiones de cuatro ruedas motrices son, por este orden, el Audi Q5 (con 3.526 unidades quattro matriculadas), el Audi Q3 (3.002 unidades) y el Audi A4 (884