A medida que los motores se han vuelto más potentes y ligeros el nivel medio de las presiones a las que son sometidos se ha ido elevando y algunas partes del motor como las levas y los empujadores se ven sometidos a presiones de hasta 10,000 kg por centímetro cuadrado.
Lo único que separa esos componentes es una fina capa de lubricante que podría llegar a fallar y no resistir la presión, provocando contacto entre superficies metálicas, incrementando la fricción y reduciendo así su eficiencia. La única forma de evitar el riesgo que puede ocasionar una fricción de este tipo es utilizar un lubricante que se adapte a las nuevas exigencias y evite la presión. Este es el caso de los aceites de nueva generación como el que acabamos de implantar en Arrojo, el Castrol Edge desarrollado con una nueva tecnología dinámica que hace que el lubricante sea más resistente: La Fluid Strength Technology™.
Hecho a medida para cumplir con los requerimientos de un rango de motores, este lubricante está diseñado para minimizar el contacto entre las superficies metálicas, para adaptarse continuamente a diferentes velocidades del motor y estilos de conducción y ser más resistente durante más tiempo, dándote así la confianza para conducir como quieras y cuando quieras.
Los test realizados a Castrol Edge demuestran que es hasta un 40% más resistente que el competidor líder del mercado reduciendo el contacto entre superficies metálicas y que además resiste durante más de tiempo, en concreto hasta un 35% más, por lo que también mejora la eficiencia del motor.