Revisar el estado de nuestros neumáticos es una acción que debemos realizar con asiduidad porque un neumático desgastado no cumple su función, reduce el agarre de tu coche y aumenta la distancia de frenado, especialmente, sobre una carretera mojada.
La legislación vigente estima que la profundidad mínima de dibujo permitida es de1,6 mm, porque por debajo de esta medida tus neumáticos reducen drásticamente la estabilidad de todo tu coche. Además, con unas ruedas en ese estado no pasaríamos la ITV y podríamos ser sancionados.
En Arrojo revisamos, controlamos y cambiamos tus viejos neumáticos por unos nuevos, pero consideramos importante que sepas valorar su estado y detectar cuando ha terminado su ciclo de uso.
1º Aparca en una superficie plana, pon el freno de mano y gira el volante hacia un lado para poder visualizar correctamente los neumáticos delanteros.
2º Nosotros utilizamos un profundímetro* para medir el desgaste de tus neumáticos, pero entendemos que tú no tienes por qué disponer de uno, así que los mejores indicativos son los testigos, un dibujo que tienen todos los neumáticos para visualizar su nivel de desgaste. Cuando el testigo llegue al mismo nivel que el dibujo ha llegado el momento de cambiar los neumáticos.
La forma y orientación del desgaste indica también otros aspectos importantes como la presión de las ruedas o la alineación de la dirección. Si tenemos poca presión en los neumáticos estos sufrirán un desgaste más elevado por los bordes; si por el contrario, tenemos demasiada presión, el desgaste será más acusado por el centro. Asimismo, unos neumáticos más gastados por la zona interior o por la exterior pueden indicar que necesitamos alinear la dirección de nuestro coche.
Estas revisiones rutinarias nos servirán para detectar también cualquier corte en los laterales o flancos de los neumáticos y consultar a un profesional en el caso de que fuese necesario.
*Las 100 primeras personas que vengan a Arrojo a revisar sus neumáticos recibirán un profundímetro de regalo.